viernes, 26 de octubre de 2012

EL AMOR SALVADOR DE DIOS


En el Salmo 60, encontramos una asombrosa oración: el Pueblo le reclama a Dios una derrota obtenida en el campo de batalla. En medio de ese lamento, el salmista lanza una súplica: "sálvanos Señor con tu poder". Y clama para que el Señor salga a luchar junto al Pueblo y lo ayude contra al adversario.  Y más adelante, el autor, confiado en Dios declara: "…nos salvarás con tu poder, [serán] libertados los que amas"...  (Salmo 108,6)

Y es que el Amor de Dios es Salvador, no solo porque preserva la vida. El amor de Dios viene a proteger a sus Hijos: "Él enviará desde el cielo su amor y su verdad, y me salvará de quienes…me persiguen" (Salmo 57,3).

La Salvación de Dios también es operante: actúa y favorece a cada hombre en su propio campo de batalla. Su Salvación no es puro deseo ó sentimiento: Su Poder es efectivo, librando batallas a nuestro lado y venciendo junto a nosotros al enemigo. ¡Él es quien nos da valor para la lucha y nos da valentía!

Podemos estar convencidos de reclamar sus promesas de salvación para nosotros porque Él las ha ofrecido: "Muéstrame, Señor, tu amor y salvación, tal como lo has prometido" (Salmos 119,41). Reclama hoy ésta Promesa: ¡Señor, envía Tu Salvación y ven a luchar a mi lado! ¡Ponte de mi lado Señor y venzamos juntos al enemigo!

¡El Señor es mi Fuerza, mi Roca y Salvación!




No hay comentarios:

Publicar un comentario