EL ÚNICO MANDAMIENTO DE DIOS, QUE TIENE PROMESAS INCLUIDAS!

TEXTOS BÍBLICOS. 

"…atiende la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre, pues serán para ti un bello adorno: como un collar o una corona" (Proverbios 1,8-9)

"Honra a tu padre y a tu madre, para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra" (Efesios 6,2-3)

REFLEXIÓN. Deseo reflexionar en este día, acerca del tema de las relaciones, especialmente con nuestros padres. La mayoría piensa que las exigencias de Dios, incluye solo instrucciones cuyo cumplimiento es "personal" y no involucran a ningún otro. Lo cierto es casi todas las exigencias e instrucciones que el Señor nos da, involucran directamente a nuestros seres queridos, especialmente a los más cercanos. 

Nuestro Padre hace mucho hincapié en el respeto a nuestros padres terrenales. No en vano, el único mandamiento de la ley de Dios (el cuarto mandamiento), es el único acompañado de promesas: distinción (la instrucción de los padres como collar o corona), felicidad y larga vida. 

¿Acaso, no son las tres promesas anteriores, añoradas y buscadas afanosamente en oración por muchos cristianos? ¿No son el anhelo de la mayoría de los seres humanos? Hoy el Señor nos muestra un camino para alcanzarlas: respetar y amar a nuestros padres y a nuestros seres queridos. 

El Reino de Dios, no es un estado o lugar que se alcance por el propio esfuerzo y mérito, necesariamente. Al Reino de Dios, pertenecen aquellos que saben amar y relacionarse con todos, especialmente con sus seres más cercanos. Piénsalo!

TAREA DEL DÍA. Hoy te invitamos a revisar cómo es tu relación con tus padres, hermanos, cónyuge, hijos. Ellos merecen todo tu amor. 

OREMOS JUNTOS. Dios nuestro, aunque continuamente realizas la salvación de los hombres, sin embargo, concedes a tu pueblo gracias más abundantes en éste tiempo de Cuaresma; dígnate, pues, mirar con amor el esfuerzo cuaresmal de tus elegidos y concede tu ayuda tanto a los catecúmenos que van a recibir el bautismo como a tus hijos que ya lo hemos recibido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.